La acupuntura, ciencia milenaria, ha tenido en los últimos años un exponencial crecimiento como indicación terapéutica en animales, ya sea como terapia inicial, opción alternativa ante el fracaso, o pobre resultado del tratamiento inicial indicado, o como complemento de otras medidas terapéuticas indicadas.
Si bien en Argentina, como en muchas otras partes del mundo, se cree que el uso de la acupuntura en animales es relativamente reciente, en realidad ya en 1761 se la enseñaba en Francia en los programas de medicina veterinaria de la Escuela de Veterinaria de Lyon (primera Facultad de Veterinaria del mundo) y de París (Alfort). Es también en este país donde se realizan los primeros planos de los meridianos en animales. En nuestro país los inicios de esta ciencia en medicina veterinaria se remontan a la década de 1980 teniendo cabida en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires. Previamente, en 1979, la Organización Mundial de la Salud reconoció la eficacia y seguridad de éste método publicando los padecimientos susceptibles de a ser tratados con acupuntura.
BREVE EXPLICACIÓN DE CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS EN LOS QUE SE BASA LA ACUPUNTURA
Para responder esta pregunta, algo difícil para el concepto occidental de la medicina clásica, se debe comprender los conceptos de la Medicina Tradicional China (MTC) asociado a la filosofía ancestral china. Para ellos la vida sucede por el principio vital Qi (teoría del Qi), regido por las leyes de la naturaleza y que debe estar equilibrado y en armonía. Para la filosofía china cuando el Qi está bloqueado, deficiente o desequilibrado se produce la enfermedad. Por lo tanto para la MTC la salud depende de los movimientos del Qi expresándose o reflejándose su estado en el organismo y sus diversos órganos.
Además de la teoría del Qi, otras cuatro teorías son fundamentales para la MTC: teoría del Yin-Yang; Teoría de los 5 elementos (agua, fuego, madera, tierra y aire que deben estar equilibrados); Teoría de los Zang Fu (cómo y por qué se afectan órganos y vísceras, semejante al concepto de fisiología y fisiopatología occidental) y Teoría de los Meridianos (por donde pasa la energía del cuerpo, los cuales representan a diferentes órganos). Los meridianos a su vez presentan puntos, llamado puntos acupunturales, donde la expresión de la energía se hace evidente estando más o menos tonificados en caso de enfermedad.
Es así que la MTC actúa sobre tres pilares: diagnóstico, localización exacta y elección de los puntos de los meridianos, destreza en el manejo de la técnica. La localización y elección del punto es importante ya que se procederá sobre él, tonificándolo o inhibiéndolo por diferentes técnicas. Estas pueden ser: la colocación de agujas (acupuntura), la acción manual (digitopuntura y masoterapia), por medio de la electricidad (electroacupuntura), aplicación de láser (laserpuntura) o por calor (moxibustión, aplicada a través de la moxa que semeja un cigarro). El acupunturista es quien decidirá, en base a las características del paciente y la dolencia que lo afecte, cuál será la técnica más apropiada. Por otra parte y considerando que la acupuntura es una parte de la MTC, los tratamientos con ésta técnica se suelen conjugar con fitoterapia y dietoterapia con el propósito de equilibrar el organismo.
Los puntos acupunturales pueden definirse como estructuras funcionales situadas a lo largo de ciertas líneas (canales o meridianos), verdaderos vasos que transportan la Energía y en donde esta se hace accesible a las intervenciones terapéuticas. Se ubican cerca de la superficie de la piel, de modo que su estimulación altera ciertos procesos y condiciones bioquímicas y fisiológicas con el fin de lograr un determinado efecto saludable para el paciente. Los puntos que se busca estimular son áreas del cuerpo con una sensibilidad eléctrica específica. Los mismos se caracterizan por ser simétricos el 90% de ellos, tener bajo umbral de dolor y resistencia eléctrica; elevado potencial y capacidad eléctrica y alto umbral de temperatura local. Al introducir agujas en dichas áreas se estimulan varios receptores sensoriales que, a su vez, producen estímulos nerviosos y transmiten impulsos al sistema hipotalámico-hipofisario, liberándose neurotransmisores y endorfinas. Por lo tanto, el proceso que comienza con el estímulo de una zona específica del cuerpo concluye con la liberación de endorfinas que alivian la inflamación y el dolor.
Recientes estudios realizados por la Universidad de Beijing comprobaron que la acupuntura regula los neurotransmisores como mecanismo para modular las respuestas del sistema nervioso autónomo, regulando el flujo entre las divisiones simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo, y está directamente relacionada con la estimulación del Qi (llegada de Qi), sensación asociada con la manipulación de la aguja de acupuntura. Al estimularse los puntos se vió que aumentan los niveles de GABA y, como ya fuera mencionado, de endorfinas.
De esta manera se inhiben de forma presináptica los impulsos dolorosos. Otro neurotransmisor que aumentaría por el efecto estimulante del punto de acupuntura es la serotonina, mejorando así el estado de ánimo y humor del paciente.
EL TRATAMIENTO CON ACUPUNTURA-MCT
La acupuntura, como todo lo relacionado con la MTC, puede combinarse con la alopatía (medicina convencional), homeopatía, osteopatía, terapia neural y fisioterapia con la cual es un excelente complemento.
La colocación de las agujas no suele ser más dolorosa que un ligero pellizco o una sensación de hormigueo, que desaparece rápidamente dependiendo de la relajacióN del paciente y de la habilidad del profesional. Luego de su colocación puede inducir a un estado de profunda relajación llegando incluso la mascota a dormirse.
La cantidad de agujas que se colocarán no es proporcional a la intensidad de los síntomas ni a la acción terapéutica. En los casos agudos, por ejemplo, una única aguja lejos del lugar dañado, puede resolver el problema. Otras veces es preferible no colocar agujas siendo la mejor opción la aplicación del calor seco que irradia la moxa.
La elección de los puntos no se ajusta a normas fijas, sino que depende del conjunto. Por norma general, en las enfermedades crónicas las agujas se colocan cerca del lugar del trastorno, mientras que las afecciones agudas suelen responder mejor a los estímulos que vienen de lejos. La profundidad en que será introducida la aguja depende del lugar donde esté situado el punto, y de la constitución del paciente. Normalmente, varía de uno a dos centímetros.
Respecto a los resultados terapéuticos, éstos variarán en cada caso. En trastornos
crónicos suele haber una mejoría desde la primera sesión en forma gradual.
En trastornos agudos la respuesta suele ser muy rápida, a veces inmediata, y en otros casos, como en las parálisis, la recuperación es más lenta.
Respecto a la cantidad de sesiones que son necesarias hay que tener en cuenta que los efectos de la acupuntura son acumulativos, cada tratamiento se erige sobre el anterior. La cantidad de sesiones pueden ser desde 1 o 3 veces a la semana y por un tiempo que dependerá de la evolución del paciente. La acupuntura no hace más que estimular las capacidades de recuperación del propio organismo por lo que es todo un proceso que puede durar desde unas pocas sesiones hasta llegar a varios meses de tratamiento si se
nota que el paciente presenta una recaída al espaciar o suspender el tratamiento.
Referente a los fármacos que recibe previamente el paciente no necesariamente hay que suspenderlos, especialmente aquellos de indicación estricta (anticonvulsivantes, insulina, hormonas tiroideas, oncológicos o cualquiera de ellos que sean necesarios para el control de enfermedades subyacentes). Otros fármacos, como los analgésicos, puede reducirse la frecuencia de las tomas a medida que cede el dolor mientras que los corticoides son incompatibles con la acupuntura en forma simultánea.
Como toda terapia, la acupuntura también tiene sus limitaciones, ya sea por falta de conocimientos o porque la acupuntura no es el tratamiento adecuado o también porque hay pacientes refractarios y no responden al tratamiento. Como los resultados se observan rápidamente, si en cuatro sesiones no hay mejora se demuestra que: o bien el tratamiento será ineficaz, o bien se alargará tanto que quizás sería mejor buscar otras soluciones. Además hay que tener en cuenta que ni la acupuntura como otras variantes de la MTC pueden restablecer un hueso destruido, un proceso de artrosis avanzada, hacer retroceder el disco desplazado, que desaparezca un tumor, se restablezca la función betapancreática o se regeneren neuronas.
Los principales beneficios son: la mejora del dolor, elimina la contractura muscular, favorece la circulación sanguínea, con una mejor oxigenación de los tejidos y un mejor drenaje de las sustancias acumuladas, transforma el círculo vicioso en un círculo beneficioso, los tejidos se revitalizan, disminuye la tumefacción y se recupera la movilidad.
Las indicaciones más habituales de la acupuntura son en casos de dolor crónico; afecciones musculares y esqueléticas (en especial articulares); cuando el uso de analgésicos o corticoterapia está contraindicada (gastritis, úlcera gástrica, diabetes mellitus, Síndrome de Cushing, etc.), cicatrización de heridas, como anestésico local.
B I B L I O G R A F Í A
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